Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Sapindales
Familia: Rutaceae
Género: Citrus
Especie: Citrus medica L.
Citrus medica, comúnmente llamado cidro o citrón, es un arbusto de la
familia de las rutáceas cultivado por su fruta, llamada cidra, limón poncil,
limón francés o toronja (aunque este último término se presta a confusión con
el pomelo), que rara vez se consume fresca, pero cuya piel se usa en
preparaciones de repostería y como aromatizante por su fuerte contenido en
aceites esenciales.
Fue probablemente el primer cítrico conocido en Europa, documentado
desde la época del Imperio romano y precisamente del étimo latino citrus
proviene su propio nombre. La Naturalis Historia de Plinio el Viejo lo describe
(xii.7), y menciona sus usos medicinales.
Es un árbol pequeño o arbusto perennifolio, de 2,5 a 5 m de altura, con
el fuste retorcido y ramaje denso y rígido, con espinas en las axilas foliares.
Las hojas, de pecíolos cortos, son simples, alternas, elípticas a lanceoladas,
de hasta 18 cm de largo, de superficie coriácea y color verde oscuro por el
haz, con una distintiva fragancia de limón.
Produce flores hermafroditas, fragantes, de buen tamaño, blancas o
purpúreas, formando racimos pequeños. Tienen de 4 a 5 pétalos, con 30 a 60
estambres.
El fruto es un hesperidio oblongo o globoso, raramente piriforme, de
hasta 30 cm de diámetro, variando mucho entre ejemplares y aún en el mismo
ejemplar, con el estilo bien marcado.
Está recubierto de una cáscara gruesa, carnosa, pegada al endocarpo, de
color amarillo o verdoso, con glándulas oleosas pequeñas y frecuentemente
rugosa.
Tiene 10 a 15 carpelos, firmes, poco jugosos, dulces o ácidos según la
variedad. Normalmente las semillas son pequeñas, monoembriónicas, lisas,
blancas por dentro y abundantes.
Se desconoce su origen, pero existen documentos de semillas domésticas
desde el IV milenio a. C.; probablemente el ejército de Alejandro Magno lo
introdujera en la cuenca del Mar Mediterráneo, y rápidamente se extendió su
cultivo.
En la antigua Roma se empleó como medicinal, y a partir del siglo II
como alimento; es mencionado tanto por Dioscórides como por Plinio. Debe
haberse cultivado en Judea en época bíblica, puesto que su fruto —llamado etrog
en hebreo— es una de las especies rituales utilizadas en la fiesta de Sucot. En
Italia desapareció con la caída del Imperio romano, conservándose sólo en
Sicilia, Cerdeña y la región napolitana.
Llegó a América a través de España; los conquistadores lo introdujeron
en Florida, Puerto Rico y finalmente California; aunque se desarrollaron
plantaciones comerciales, eventualmente la dificultad de su crecimiento llevó a
su abandono. En Centroamérica, Brasil y Colombia se ha naturalizado, y existen
plantaciones de alguna extensión, sobre todo para exportación.
Rara vez se cultiva de semilla; se reproduce con facilidad por esquejes
tomados de ramas de 2 a 4 años y plantadas sin defoliar. Con más velocidad se
reproduce por injerto sobre base de naranjo dulce (Citrus × sinensis), naranjo
amargo (Citrus × aurantium) o pomelo (Citrus × paradisi), pero las frutas así
obtenidas son de menor tamaño y el injerto crece a veces con más rapidez de la
que el pie puede soportar.
Requiere bastante sol, suelo bien aireado, y tolera mal los extremos de
temperatura y humedad; a diferencia de otros cítricos, no atraviesa una fase
invernal de reposo.
Por el peso de los frutos debe tenerse cuidado de podar las ramas
largas, o colocarles soportes para que resistan durante todo el crecimiento de
estos. Es frecuente también la práctica de cortar las espinas para evitar daño
a la fruta en las plantaciones comerciales.
Está en flor la mayor parte del año, produciendo fruta constantemente,
aunque la mayor parte se produce en primavera. Tarda unos tres meses en
alcanzar la forma madura, con la piel amarillo intenso y un profundo aroma.
Para uso culinario normalmente se la recoge aún verde, con entre 12 y 15
cm de diámetro. La producción normal está en torno a los 30 kg anuales, aunque
en circunstancias favorables puede alcanzarse el triple de esto.
La variedad «Cidra de Córcega» fue muy cultivada en Córcega a finales
del siglo XIX en bancales en terraza, protegidos del viento. La producción, la
mayor a escala mundial en esta época, se destinaba sobre todo a industrias
alimenticias de Italia y Europa del Norte, aunque localemente se fabricaba un
licor típico muy perfumado y apreciado, la «cédratine».
Hoy día, el cultivo prácticamente ha desaparecido de Córcega y solamente
se realiza, a gran escala, en Marruecos, Italia, China y Suramérica.
El fruto de un cultivar de C. medica, llamado en hebreo etrog, se emplea
como una de las cuatro especias (ארבעה מינים, arba'a minim)
que se agitan en la fiesta de Sucot, en el otoño septentrional, en una ofrenda
prescrita.
Exteriormente este fruto se asemeja a un limón pero a diferencia de éste
tiene muy poco jugo. Desde la antigüedad se utilizaba con fines terapéuticos
(contra problemas pulmonares, intestinales y otros). El aceite esencial de
cidra se considera un antibiótico.
El zumo de cidra con vino se creía que era un antídoto efectivo contra
los venenos en general.
Actualmente se valora mucho la fragancia del cidro. Su fruto (incluida
la piel) es objeto de comercio internacional y se utiliza mucho como
ingrediente en la industria agroalimentaria.
Nenhum comentário:
Postar um comentário